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Clara Gómez / No soy una artista de salón

La intervención, creada por la artista cordobesa para la XXVI edición de DMencia, busca, desde un punto de vista actual y sostenible, realizar una representación formal de un gabinete de curiosidades de Doña Mencía. A modo de mural tridimensional compuesto por cuadros, fotografías antiguas y un sinfín de objetos expuestos muy aproximados, se transforma una de nuestras paredes más emblemáticas en un caleidoscopio de recuerdos de la ciudadanía local.

 

En primera instancia, el proyecto debía denominarse Gabinete de curiosidades, pero como todas las experiencias artísticas están vivas, conforme se desarrollan cobran importancia otros motivos. Brotó entonces en la artista la idea de ese gabinete como un autorretrato. Un autorretrato de la precariedad del artista, del espacio de trabajo y de creación, del ansiado estudio y de la deseada “habitación propia”, tan necesaria para las mujeres artistas que han de defender su valía frente a los hombres.

 

De ahí devino rápidamente el término “toreo de salón”, actividad que consiste en simular completamente la lidia de un toro. Bajo esta premisa se busca dar una visibilidad al arte contemporáneo realizado en femenino, sacándolo del medio habitual de exposición destinado a un pequeño público, para ser expuesto sin límites y en igualdad de oportunidades con los artistas masculinos.

 

Llamamiento a la participación de la ciudadana

No soy una artista de salón es una iniciativa de arte urbano que requiere la participación activa de la ciudadanía, para ello desde la Concejalía de Cultura de Doña Mencía se hace un llamamiento a la población para colaborar con la cesión de cuadros antiguos, láminas, marcos o cualquier otro objeto que pueda ser intervenido por la artista y colgado en un mural colectivo de los recuerdos del pueblo.

 

El material donado podrá ser entregado todos los miércoles y viernes, de 11:00h a 13:00h, en la Oficina de Cultura en la planta baja del Hogar del Pensionista, hasta el próximo 31 de agosto.

 

Clara Gómez Campos

Pintora y licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla, su proceso creativo se caracteriza por la importancia que adquiere el procedimiento y la técnica, en particular el uso de la témpera. Como artista plástica, para la concepción y ejecución de sus piezas integra diversas disciplinas, en especial la ilustración. Con todo ello, trata de examinar y exponer el papel femenino en la sociedad y el arte, así como conceptos culturales que influyen en la composición de una identidad colectiva. En este ámbito, enlaza los elementos populares de mayor tradición con referencias a la sociedad de consumo –la publicidad, la comida y las marcas, especialmente– y a la historia del arte.

 

En 2007 se expusieron sus primeros cuadros, en la muestra colectiva de la Escuela de Arte Mateo Inurria (Córdoba) titulada Máscaras. Desde entonces, han sido seis las ocasiones en las que ha mostrado su obra de manera individual: La imagen exportada (Córdoba, 2016), CMYK (Jaén, 2017), Cal y sosiego (Palenciana, 2021), Todas mis primeras veces (Villaviciosa de Córdoba, 2021), Iconos contemporáneos (Córdoba, 2023) y Los habitantes de la salsa barbacoa (Fundación Botí, 2024).

 

También destaca en su trayectoria la producción mural, que hace que su obra esté presente en la calle. Formó parte del proyecto Córdoba identidades y el Proyecto Azahar en Casa Árabe. Recientemente ha realizado murales para el Ayuntamiento de Villaviciosa de Córdoba, Villanueva del Rey o Fuente Tójar, en colaboración con la Universidad de Córdoba.

 

A nivel colectivo, ha sido incluida en exposiciones como: Proyecto PERNO del C3A (Córdoba, 2020), Héroes con bata (Córdoba, 2020), Arte para el desconcierto de la Fundación Rafael Botí (Córdoba, 2021) y Escaparates con orgullo (Córdoba, 2022).

 

Desde 2020 forma parte del colectivo de artistas andaluces Algazara, por lo que ha sido incluida en las exposiciones colectivas como Algazara (Córdoba, 2021), Ángulo vivo (Córdoba, 2022), De Raíz (Madrid, 2023) y Con raigambre (Carcabuey, 2023).