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Manifiesto en defensa de la escultura pública. Paro Ariza, artista que protagonizó la primera exposición DMencia.

Desde la muestra de arte DMencia, siempre hemos tenido la vocación de actuar como observatorio de los movimientos culturales y artísticos que se producen en el panorama creativo, y muy especialmente en nuestro entorno geográfico. Desde este modo, es todo un placer otear los horizontes cercanos, que mucho tienen que ver con nuestra propia historia como muestra de arte.

 

Y es que recientemente se ha presentado un manifiesto por parte de un nutrido grupo de artistas en el vecino pueblo de Baena en defensa de la escultura pública de su localidad, cuya desaparición “es un acto de vulnerabilidad de nuestra identidad, de nuestra cultura y de nuestro civismo como sociedad”. El hecho a que hace alusión se remonta a 2016, cuando fue definitivamente desmantelada una fuente monumental dedicada al poeta Luis Carrillo de Sotomayor, cuyo autor es Paco Ariza, y que fue realizada en 1987 con la ayuda entre otros, de dos artistas mencianos: el tristemente desaparecido Fernando Moreno, y Javier Flores quien por aquellas fechas estudiaba en el instituto de bachillerato de la localidad. El monumento reproducía una fuente a la manera del siglo XVII, con numerosos relieves y molduras bellamente modeladas en barro. Tras sucesivos actos vandálicos, extracciones de fragmentos y grafitis, la obra sucumbió en una decadencia injustificable, que finalizó con su desmantelamiento en 2016. A través del manifiesto antes mencionado, se pide al Ayuntamiento de la localidad la restitución de la misma, bien usando los fragmentos que quizá se conserven, o volviendo a materializarlos pues parece que el artista dispone de los moldes con que en su día fue materializada; y en definitiva, que hechos tan lamentables como éste no vuelvan a producirse.

 

Finalmente, no podemos dejar de hacer alusión a la figura de Paco Ariza, artista especialmente querido para DMencia pues allá en 1996 protagonizó nuestra primera exposición, con una serie de cuadros conocidos como “cerros” caracterizados por la síntesis del paisaje en simbiosis con una abstracción matérica de corte informalista. Esta exposición dio el disparo de salida a nuestra muestra de arte, que veinticinco años después seguimos considerando un proyecto por y para la sociedad que nos rodea; y como si de un cuadro de Paco se tratara, un atalaya desde la que otear los horizontes creativos de nuestro tiempo y los movimientos culturales que en ellos acontecen.