UN RELATO PARA HABITAR EL PRESENTE
Hoy vivimos con prisas, mirando pantallas todo el tiempo, recibiendo miles de mensajes e imágenes cada día. Esto hace que estemos cada vez más desconectados de lo que sentimos de verdad.
Hoy vivimos con prisas, mirando pantallas todo el tiempo, recibiendo miles de mensajes e imágenes cada día. Esto hace que estemos cada vez más desconectados de lo que sentimos de verdad.
Ser y apariencia se enfrentan, se funden y se reconocen. En un mundo que aún margina la diferencia, Retratos del Otro nos invita a mirar de frente lo que durante siglos se ocultó tras la norma de la belleza clásica: la anomalía como fragilidad, pero también como raíz de una humanidad compartida.
Liv Likart nos enfrenta a la realidad desde un lugar tan incómodo como familiar: sus obras son un grito contra la injusticia que se alimenta de personajes de la cultura pop, transformados en testigos y narradores de conflictos bélicos, represión y desigualdad.
Un camino de ida y vuelta a través de la imagen que el cristianismo ha proyectado de la mujer a lo largo de los siglos. Vía Crucis toma prestado el formato de la devoción católica —quince estaciones que narran la Pasión— para subvertirlo y señalar cómo, bajo un sistema patriarcal, la tradición religiosa ha moldeado el papel de la mujer hasta nuestros días.
Raíz y radical comparten una etimología que nos recuerda la importancia del origen, de lo esencial. De mirar hacia dentro como el último acto radical a nuestro alcance.
Tras cerrar su convocatoria el pasado 5 de mayo, DMencia duplica el número de inscripciones con respecto a su edición anterior, alcanzado los 77 proyectos artísticos recibidos.
Los proyectos presentados deben estar en relación con los lenguajes creativos actuales y contener parámetros de calidad e innovación como originalidad, interdisciplinariedad y multiculturalidad.
Seremos capaces de imaginar otros futuros posibles o se cumplirá el famoso axioma del filosofo Fredric Jameson “es más fácil imaginar el fin del mundo que el fin del capitalismo”…
Una nueva forma de mirar elementos tradicionales que encontramos en el entorno, para establecer un diseño duradero en el tiempo y que no conecte, no solo con aquellos que aprecian el arte contemporáneo y el muralismo, sino que se abra paso a todos los habitantes de Doña Mencía y sus visitantes.
La creación, consistente en la colocación de 12 casitas de pájaros intervenidas de manera artesanal, representa las diferentes problemáticas actuales de la vivienda como una poesía visual integrada en el entorno.